La ruta aveces es fría y el camino escabroso. Muchas veces el viento arrecia y la lluvia se imprime contra el cuerpo de quien transita la carretera. Todos esos momentos en ruta son vividos al máximo, por que sabes que mañana saldrá el sol y podrás montar nuevamente tu motocicleta bajo un cielo azul con una sonrisa en el rostro. Sin embargo, todos los caminos tienen un final y todo viaje termina inexorablemente. Nunca me preocupe por el fin de un viaje... ya que a cada kilómetro que acortaba al destino surgía una nueva idea para una próxima aventura.
Hoy un viaje llego a su fin y ya no habrá mas rutas que le sigan. Nunca me preocupo la muerte como tal, tengo ese maldito dicho grabado a fuego que reza "Nadie muere en la víspera" y si bien no fue un amigo, fue alguien con quien compartí innumerables momentos
5 comentarios:
A veces, sólo a veces, este tipo de "ausencias" que no sabemos definir, son las que encienden el motor de ese buque interno que nos hace ir a buscar nuevas aventuras, descubrir otros parajes, ver otros océanos y andar por otros puertos...
Ojalá esa desaparición, te traiga nuevos aires, nuevos olores. Sino, su vida y las reflexiones sobre su partida, serán totalmente inútiles...
Un abrazo desde Vzla!
i
Y sin saber porque, paso por aquí y me doy cuenta que haz vuelto a escribir...
Por que sólo cuando nos sentimos abrumados retomamos el mundo del blog?
Donde quiera que estés, te envío un abrazo de esos apretados.
San..
¿Dónde estás? Me has conmovido, pensé que ya no existías.
:(
=)
=)
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