Luka era un tipo, digámoslo así, duro… hasta donde recordaba había llorado solo 2 veces, y siempre en solitario… nunca le gusto q los demás estuviesen al tanto de sus sentimientos, cualquiera q lo viese diría q era un tipo alegre y que no se preocupaba por nada. Hasta cierto punto aquello era cierto, se veía seguro de si mismo, desenfrenado y embaucador, muchos decían q era un pícaro, por q gustaba de las mujeres bellas y no tenia reparos en acostarse con cualquiera que estuviese dispuesta a dejarse embaucar por lo q el llamaba “una dulce lengua viperina”. Así fue como entre sus amigos de la universidad se formo la reputación de un pequeño casanova y considerando su desenfrenado gusto por el alcohol, las drogas y las peleas, nadie se hacia una gran expectativa con respecto a él, sin embargo reconocían su capacidad para levantarse después de caer.
Quizá nadie conocía su historia a fondo como para poder formarse una apreciación correcta de el y su familia siempre había sido mantenida al margen de sus sentimientos por el mismo, por lo q nadie le conocía realmente.
Si recordaba las veces q había llorado fue cuando su madre se fue al extranjero, y no por pena, según el, sino por q no pudo hacer nada por confortar a sus hermanos pequeños y cuando tubo q dejar a su hijo.
Su madre y su padre creo, fueron su gran carencia, se crió con el, pero su padre nunca estuvo en casa, por lo q pensaba haberse criado prácticamente en la calle, durmiendo en casas de amigos o novias esporádicas, pero eso nunca le importo mucho, se justificaba diciendo q aquello forjaba su carácter, ese carácter frío que tanto le parecerá gustar.
Coqueteo con las drogas desde los 15 fumo marihuana mucho tiempo, sin dejarse enganchar por el vicio, ya que consideraba de gente débil de mente el dejarse vencer por algo así, además al ser esta una droga depresiva lo ponía somnoliento por lo q no le gustaba consumirla muy a menudo, sino q a veces antes de dormirse o mientras estaba en un ambiente agradable y relajado, mientras cocinaba con sus amigos, bebía unas cervezas y veía un buen partido de fútbol. A los 20 conoció la cocaína y a esta la amo con ganas, disfrutaba de la sensación del polvo pasando por sus conductos respiratorios, del sabor amargo en su boca y de la sensación de descontrol q provocaba en el.
El alcohol fue una pequeña vía de escape q se permitió… siempre fue de gustos caros, sin embargo el dinero nunca significo mucho para el, y no le preocupaba gastar en demasía ya q podía mantenerse con unas cuantas monedas y no le importaba pasar una q otra penuria económica de vez en cuando. Nunca fue de tener grandes cosas, ni de ahorra, nunca se intereso en tener un vehiculo ya q disfrutaba de caminar, sobre todo bajo la lluvia, con ese gran gamuzas con chiporro que había sido de su abuelo materno, a quien solo supo que quería después de que este murió, quizá por eso se aferro tanto a aquel abrigo.
Sus noches a los 23 se volvieron muy activas… las mujeres pasaron muchas veces por su cama, algunas se repitieron, otras nunca, sin embargo nunca sintió haber hecho el amor, eso le permitía soltarse con ellas, como nunca le importo lo q pensasen de el, se sentía muy natural conquistándolas, pero sus mañanas siempre fueron vacías.
A los 25 calló en una depresión de la cual salio solo, sus amigos no estuvieron ahí, quizá ni se enteraron de su estado, pero no le importo, el no era responsabilidad de nadie y no tenia por q esperar nada de ellos.
Antes de salir de la Universidad conoció su país completo, por Tierra, Cielo y Mar y, viviendo en un país tan largo y con diferencias de culturas, se consideraba un ciudadano de Chile.
Comenzó a trabajar, en una industria importante de su país y poco a poco comenzó a ganarse el respeto y reconocimiento de sus colegas, tal como había logrado el reconocimiento de sus pares en la universidad. Esta facilidad para vender su imagen lo hizo pensarse un tipo exitoso, dueño de su vida y sin deudas.
Con el tiempo logro comprarse lo q había sido su eterno sueño oculto, una Yamaha Virago color concho de vino, donde por fin se sentía libre absolutamente sintiendo el viento en el pelo.
Luka era pleno, era el rey de su mundo y no necesitaba más…
Quiso el destino q una noche de Octubre en una fiesta conociese a una mujer. Esta era una mujer distinta a todas las que había conocido. Era bella, si, no podía negarse, tenía un carácter fuerte, lo supo después de las primeras palabras que cruzaron, esto lo descoloco un segundo, sin embargo como ella no le importaba y era solo otra mujer, continuo con su habitual naturalidad coqueteándole descaradamente. Pronto vio q sus melosas palabras no surtían efecto, sin embargo en los ojos de ella había un extraño brillo que lo desconcertaba… esa noche la beso, y la invito a pasar un fin de semana en las termas, a lo q ella se negó rotundamente. Como era posible q aquella chica se negase a sus encantos? Como era posible q alga si le ocurriese? Sin embargo pasaron la noche juntos conversando de sus vidas mientras la fiesta continuaba. A la mañana siguiente se despidieron con un beso, tierno, calido y delicado…
Quizá no volviese a verla nunca pensó Luka… pero vamos, no seria la primera vez no?
Esa mañana se durmió a las 10, y cuando despertó se sentía intranquilo… pensó en ella durante mucho rato… rió por no haber despertado junto a ella, aun no podía creer q se negase, le pareció simpático, pero no solo eso, estaba intranquilo, sabia q algo no estaba bien, algo se había desarticulado en su tranquilo e inmutable mundo…
… Ja… después de todo había sido una noche agradable y llena de sorpresas… pero q extraño, aun sentia un agradable aroma a berries, quizá un remanente de la noche anterior
Mi nombre es Luka y voy por la vida despreocupadamente…